Se deberán destruir las palmeras afectadas por el organismo nocivo y aquellas que a juicio de los técnicos de la Consejería de Agricultura, Ganadería Pesca y Medio Ambiente, constituyan un grave peligro de difusión de la misma. Cuando se toma la decisión de erradicar una palmera se debe actuar con eficacia. No deben quedar restos vegetales procedentes de la palmera a erradicar y mucho menos restos de insectos (Rhynchophorus ferrugineus) en cualquiera de sus fases; huevos, larvas, capullos “croquetas” o adultos. Se deberán realizar los siguientes pasos: Protección y aislamiento de la zona Extender plásticos a nivel del suelo y por los alrededores de la palmera con el fin de recoger todos los restos que puedan caer durante todo el proceso de erradicación. Eliminación de las hojas Se procede a la eliminación de todas las hojas con el uso de herramientas de corte o motosierra. Corte de la corona y estípite Aplicación de un tratamiento fitosanitario por toda la corona resultante de la eliminación de hojas. Se envolverá con plástico la cabeza de la palmera. Dicho plástico deberá tener un espesor superior a 200 galgas, siempre que sea posible, su finalidad es impedir la salida de adultos de picudo rojo o la caída de capullos. Separación de la corona del estípite con el uso de una motosierra. Corte del estípite por la parte más cercana al nivel del suelo. Se troceará el mismo en función de su altura y ubicación. Al tocón resultante se sellará con mastic o pintura asfáltica. Si se puede se destoconará. Una vez apeado el estípite y la corona y si por alguna razón no se pudo realizar la pulverización insecticida en la corona antes de la caída, se deben practicar una serie de orificios en la envoltura y pulverizar a través de ellos. Limpieza de la zona y transporte Todos los elementos resultantes de la tala de la palmera serán depositados en el volquete o cajón del vehículo destinado al transporte y se les volverá a aplicar nuevamente otro tratamiento fitosanitario. Enterramiento de los restos de la palmera Se depositarán todos los restos en una zanja de al menos 2 metros de profundidad, se les dará un tratamiento fitosanitario y se enterrará con materiales compactables. A ser posible se apisonará el enterramiento. |